domingo, 9 de marzo de 2008

Aplicar la masilla

Aplicamos la masilla: Una vez hayas tenido todos los factores anteriores en cuenta y escojas el producto que mejor se adecua a tu problema, hazte con los herramientas que vas a necesitar para la restauración: espátula y lija. Puedes utilizar dos espátulas; una para contener la masilla, como bandeja, y otra con la que tapar la hendidura; procura que sus dimensiones sean mayores que las del agujero, que estén limpias y secas.

Los pasos que debemos seguir: limpia la zona donde vas a trabajar. Déjala libre de grasa y de restos que puedan dificultar la adhesión del tapagrietas. Agranda la hendidura y moldéala en forma de 'v' para que te resulte más sencillo insertarlo en el hueco. Introduce con la espátula la masa poco a poco para que vaya ocupando todo el interior, sin dejar pequeñas cámaras de aire, y presiónala bien para que coja cuerpo y quede compacta. Procura que no se seque, así que remuévela mientras trabajas y, si es necesario, humedécela un poco.

Déjala secar. Si tuvieras que aplicarle dos capas (por sus dimensiones o profundidad), tendrás que esperar a que la primera mano se seque bien y luego añadir la siguiente. Cuando se haya secado todo, nos ayudaremos de la lija para quitar los restos. Dejaremos la zona bien pulida e intentaremos que la restauración pase totalmente desapercibida. Si somos cuidadosos, no nos costará mucho trabajo. Además, como hemos dicho antes, es importante que la superficie no presente irregularidades si pretendemos pintarla o empapelarla

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