miércoles, 6 de febrero de 2008

Todo lo que debes saber sobre el lijado

Del buen lijado depende en gran parte el éxito del pintado o barnizado de los muebles. En el mercado hay distintos tipos de lijas e instrumentos para lijar ¿cómo saber cuál es la que más te conviene? Averígualo en este artículo.

Tipos y aparatos para lijar

En el mercado hay una gran variedad de accesorios que facilitan el lijado. El papel de lija tiene distintos grados, dependiendo del tamaño de las partículas abrasivas, que van desde 600 (el más fino) hasta 30 (el más grueso). Mientras más bajo sea el número de granulación del papel, más fuerte y potente será la lija.

Es probable que hayas notado que actualmente se comercializan papeles de lija de distintos colores; el color no tiene ningún significado especial. La información sobre el tipo de lija la encontrarás en el reverso del papel.

Ahora bien, ¿cómo saber cuándo se trata de un buen papel de lija? Una buena forma de comprobar su calidad es doblándolo. Si al hacerlo notas que se desprenden los granos, sobre todo por las líneas del doblado, entonces la lija no es de muy buena calidad.

Según los expertos, la clave para conseguir un buen pulido está en ir bajando el grosor del grano de la lija a medida que se va lijando la pieza.

Aquí algunas sugerencias de éstos expertos.

Para pulir y eliminar la pintura de una pieza de madera maciza, utiliza lijas de entre 30 y 80.
Para pulir superficies a las que previamente se les ha aplicado laca, se recomienda que uses una lija de entre 100 y 180. Si quieres hacer un pulido fino en madera maciza también se aconseja este grosor.
Para el pulido fino de superficies previamente barnizadas o un pulido intermedio, utiliza las lijas de entre 220 y 400 granos.
Diferentes instrumentos para el lijado

Espuma de pulido. Viene de distintos niveles, granos finos, medios y gruesos. La virtud de éstas es que son muy flexibles. Son perfectas para lijar muebles tallados, con curvas, etc. Estas se pueden usar húmedas o secas.

Lana de acero. Así como la espuma, es buena para lijar piezas con curvas. No se debe usar en el roble, nogal o la caoba pues si hay humedad, el acero puede reaccionar con la acidez de estos tipos de madera y ennegrecer la pieza.

Platos pulidores. Son pequeñas placas abrasivas superpuestas sobre un disco de fibra de vidrio, ideales para eliminar pintura o un viejo barniz con gran rapidez. Los platos pulidores trabajan a gran velocidad y también vienen en diferentes grados de potencia.

Cepillos de alambre. Son ideales para eliminar capas gruesas de pintura o barniz, o bien para lijar superficies oxidadas. También funcionan muy bien para dar un aspecto rústico a la madera maciza.

Muelas y escofinas. Se utilizan para perfilar, moldear o grabar la madera maciza.

Lijadora de láminas. Son varias hojas de lija montadas en un cilindro. Éstas son ideales para trabajar las esquinas y zonas de difícil acceso.

También puedes convertir tu taladro o amoldador angular en un instrumento para lijar: sólo tienes que añadir un plato flexible de lijado y al amolador sólo tienes que agregarle un accesorio especial, que venden en la mayoría de las tiendas de mejoras para el hogar, y tendrás un potente aparato de lija en casa.

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