lunes, 11 de febrero de 2008

Repara las juntas de las ventanas

A menudo, para evitar que el frío y la humedad entren en tu casa, debes proteger primero los exteriores, especialmente si tus ventanas son de madera y están ya un poco viejas o deterioradas. En este reportaje te detallamos cuáles son los principales problemas que pueden surgirte respecto a ventanas y juntas, y las soluciones más prácticas y adecuadas.

Posibles soluciones
Según el estado de las ventanas, puedes optar por diferentes alternativas:

- Si a la madera le ha afectado la humedad, posiblemente se agriete, se reseque y acabe rompiéndose. En este caso, debes hacer una reparación a fondo, arreglando la carpintería y las posibles grietas que aparezcan en el revestimiento de la fachada.

- Estas grietas o fisuras exteriores se reparan con espuma de poliuretano, un aislante muy bueno y fácil de manejar. Una vez aplicada y seca, no olvides dejar un pequeño espacio a ras de superficie para terminar de rellenar con un mortero específico antihumedad.

- En el caso de que la madera esté en muy mal estado, seguramente te veas en la necesidad de cambiar la ventana. De esta forma evitarás males mayores.

- Si no estaba tan mal como creías, y puede recuperarse, utiliza para ello productos resistentes y duraderos.

Qué materiales necesitas

- En cualquier tienda especializada encontrarás productos como: limpiadores antimoho, morteros antihumedad, revestimientos acrílicos para impermeabilizar, limpiadores de humedad, espuma de poliuretano, endurecedores de pintura, etc.

- Por otro lado, debes contar con ciertas herramientas: nos referimos a una espátula, una paleta, un cepillo para limpiar madera, cinta adhesiva, etc.

Evita que se cuele el agua
Una vez que has descubierto la junta por donde no sólo entra el frío sino también el agua, haz lo siguiente:

Utiliza una espátula o cuchillo para raspar la junta que hay entre el marco de la ventana y la pared. De esta forma retirarás todas las partículas sueltas que haya. Esto, además, sirve para crear una superficie de más agarre a la hora de aplicar la masilla de relleno.
También debes eliminar las manchas que tenga la madera: hazlo con un cepillo. Si hay restos de pintura, puedes retirarlos con decapante.
En las partes de la madera estropeadas aplica un consolidante, un endurecedor de madera.
No olvides proteger la carpintería adecuadamente antes de ponerte manos a la obra. Utiliza para ello una cinta adhesiva muy adherente, así no la mancharás.
Aplica espuma autoexpandible para rellenar las fisuras y, a continuación, el mortero del revoco.

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