lunes, 11 de febrero de 2008

Cómo instalar un extractor de humos

Aunque las ventanas de las cocinas sean amplias y numerosas, el incómodo humo que brota de guisos y fritos puede inundar tu hogar de un penetrante aroma, además de desgastar los muebles por el efecto de las grasas. Por eso, la solución más efectiva y práctica es colocar un extractor. A continuación, te explicamos los pasos que debes seguir para hacerlo tú mismo y conseguir un resultado impecable.

Antes de nada, deberemos elegir el modelo que más se adecue a nuestros gustos y necesidades. Podemos encontrar extractores plegables, con detector de presencia, fijos o conectados al exterior por una tubería, entre otros. Un aspecto muy importante que tendremos que valorar es la dimensión de la estancia, ya que las prestaciones de un extractor u otro varían mucho según su tamaño.

Cuando nos hayamos decidido por el artículo que vamos a adquirir, es necesario saber el soporte sobre el que vamos a instalarlo: muros, cristal o directamente en el conducto de salida. Nosotros hemos elegido esta última opción y procedemos a explicaros cómo colocarlo.

Las herramientas necesarias
Es muy importante, como en cualquier labor de bricolaje, disponer de unos aparejos aptos para que nuestra tarea se realice de la mejor forma posible. En este caso, necesitaremos:

Taladro,
destornillador,
lápiz,
metro,
tacos,
tornillos,
canaleta y
broca de widia.
Un extractor a tu medida
Cada estancia es un mundo, y por ello, cada extractor también. Determinar el caudal de aire que necesitamos es una tarea que deberás realizar indispensablemente.

El caudal de aire será, aproximadamente, 8 veces por hora el del total de la habitación, pero hemos de tener en cuenta que, por ejemplo, no es lo mismo una casa en la que el uso de la cocina es frecuente que otra en la que prácticamente no se emplea, o que un sótano, donde la humedad es elevada.

Además, es aconsejable tener presentes otros factores importantes. Por ejemplo, que se debe colocar justo en el lado opuesto a la puerta de la habitación, que no esté justo encima de los radiadores, para no desperdiciar el calor que éstos desprenden, o que en el cuarto de baño no se recomienda situarlos sobre la ducha o bañera.

Directamente a los conductos
Su empleo más habitual tiene lugar en los cuartos de baño que no cuentan con ventanas. El extractor se acopla a la rejilla de salida; de esta manera, el tamaño de nuestro modelo debe ser el mismo que el de la rejilla.

Lo primero es, con ayuda de un destornillador, desprendernos de la rejilla y, una vez desmontado el extractor, introducir el tubo de salida dentro del conducto. Lo sujetaremos por medio de los tacos que se colocan en los agujeros destinados al efecto.

El fabricante te guiará sobre cómo realizar la conexión, teniendo en cuenta que la alimentación debe proceder de la fuente de electricidad que se encuentre más cercana. La forma de unir el cable y el extractor será por medio de una canaleta ajustada con tacos o, incluso, pegada con silicona.

Normas de mantenimiento
Los extractores no demandan ningunas atenciones especiales, bastará con limpiar el polvo de la rejilla con un paño húmedo de forma regular. El filtro lo cambiaremos una vez al año. Para prolongar la vida de este aparato, asegúrate de que realmente lo usas de un modo eficiente: con ventanas abiertas y corrientes de aire es difícil canalizar los humos en una sola dirección.

Por otro lado, se recomienda instalar en tu extractor un temporizador, que lo mantendrá en funcionamiento hasta que se haya renovado por completo el aire.

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